La reina de Saba

Author: Juan Nadie /

Salomón y la Reina de Saba

Quizá una de las más celebradas historias-leyenda de la Antigüedad sea la de los supuestos amoríos del rey Salomón y la reina de Saba. Historia o leyenda, este asunto ha dado ocasión a todo tipo de estudios, históricos o no. Estudios hasta exotéricos, novelas, películas, comics, etc.

Los historiadores han estado devanándose los sesos durante siglos para intentar averiguar dónde podría estar situado el famoso reino de Saba. Uno de los lugares con más posibilidades era la zona del actual Yemen, pero también, y al mismo tiempo, Etiopía, en el llamado Cuerno de África.

Bien, parece que un equipo de arqueólogos alemanes de la Universidad de Hamburgo ha descubierto los restos del palacio de la reina de Saba en la ciudad santa de Axum, en el estado federado etíope de Tigray.

Los restos del palacio, que datan del siglo X a.C., fueron hallados sobre otros vestigios de un palacio de un rey cristiano, según dichos arqueólogos.

El palacio podría haber sido destruido por el rey Menelik I, el hijo que la reina de Saba tuvo con el rey Salomón de Israel, y reconstruido orientado hacia la estrella Sirio, que el monarca adoraba. Las investigaciones en Axum comenzaron en 1999 con el fin de encontrar los orígenes de Etiopía y de la Iglesia ortodoxa etíope.

"El profesor Helmut Ziegert, del Instituto de Arqueología de la Universidad de Hamburgo, que dirige el equipo, está además convencido de que en un altar levantado en el palacio y orientado hacia la constelación de Sirius reposó durante largo tiempo el Arca de la Alianza que contenía las Tablas de la Ley de Moisés. 'Todo cuadra. Los detalles, la datación y la orientación del edificio', dijo a la agencia Efe Ziegert, cuyo equipo realizó el descubrimiento durante la actual campaña de excavaciones de primavera en la antigua capital de un imperio que abarcó desde Yemen hasta el este de Sudán, controlando el comercio entre Africa y Asia. Datada hace unos 3.000 años, la residencia de la reina Makeda, como se llama a la reina de Saba en Etiopía, ha sido hallada bajo los muros del palacio de un antiguo rey cristiano en la capital de la iglesia ortodoxa etíope y la ciudad mas sagrada del país.
El equipo de científicos de Hamburgo presume que Menelik I, rey de Etiopía e hijo de la reina de Saba y del rey Salomón de Jerusalem, según la tradición de la iglesia ortodoxa etíope, fue quien ordenó levantar el palacio en su emplazamiento final. Las numerosas ofrendas que los científicos germanos encontraron en torno al lugar donde debió de estar el altar han sido valoradas por los expertos como una clara señal de que la especial relevancia del lugar se ha transmitido a lo largo de los siglos.
Los últimos resultados de las investigaciones realizadas en Axum indican que, con el arca de la Alianza y el judaísmo, llegó a Etiopía el culto a Sothis, que se mantuvo hasta el siglo VI de nuestra era, explicó Ziegert. Dicho culto, relacionado con la diosa egipcia Sopdet y la estrella Sirius, traía consigo que todos los edificios de culto se orientasen hacia el nacimiento de esa constelación. El jefe del equipo de arqueólogos y científicos alemanes subrayó que los restos encontrados en las excavaciones de sacrificios de reses vacunas son una característica también del culto a Sirius practicado por los descendientes de la reina de Saba. El Antiguo Testamento habla de una reina de Saba, cuyo nombre propio omite, que visitó Israel y regaló grandes tesoros al rey Salomón, del que le impresionó su sabiduría y que le hizo convertirse al monoteísmo y ensalzar a Yavéh. La tradición religiosa etíope asegura que de la breve relación entre la reina de Saba y el rey Salomón nació un hijo, que posteriormente sería conocido como Menelik I, rey de Etiopía, quien presuntamente se llevó el Arca de la Alianza desde Israel a su país. Dicha tradición asegura que el arca se encuentra actualmente en la Iglesia de Nuestra Señora de Sión en Axum, donde es custodiada por la única persona autorizada para verla o tocarla, un sacerdote descendiente directo de los levitas, la tribu de Israel responsable de su cuidado desde que fue construida para acoger los Diez Mandamientos". (Noticia de agencias)

El busto del Dictador

Author: Juan Nadie /

Busto de Julio César encontrado en Arles
En tiempos de la República Romana, la Dictadura era una institución democrática, aunque esto suene hoy en día como un sarcasmo.

En las crisis de Estado, el Senado elegía un "dictator", alguien con plenos poderes para intentar arreglar la situación. Naturalmente era elegido entre los mejores, los que más se habían significado en la defensa de la República, de una u otra forma. Nada que ver, por supuesto, con los Mussolini, los Franco, los Pinochet, los Stalin, los Castro, los Chaves, y toda esa ralea que pulula y ha pululado por ahí en estos últimos tiempos.

Se les elegía por un año, o en todo caso hasta que la situación se normalizaba. Después les daban "puerta".

Julio César fue también elegido dictador en un momento determinado, pero consiguió con triquiñuelas y aprovechándose de su carisma y de la ascendencia que tenía como gran militar (vencedor de las guerras con los galos, entre otras cosas) ser nombrado "dictador vitalicio".

A partir de ahí comenzó a "cargarse" la República, trabajo sucio que acabó concluyendo su sobrino-nieto e hijo adoptivo Octavio, quien a base de "golpes de Estado" encubiertos llegó a ser el primer emperador de Roma, con el título de Augusto ("el de buenos augurios").

- ¿Y a qué viene esta introducción?

-Pues nada, hombre, que parece ser que se ha encontrado últimamente el único busto que se le hizo en vida a Julio César; cosa particularmente extraña, dado el ego superlativo de que hacía gala. Seguro que hay más por ahí.

El busto ha sido hallado por un equipo de arqueólogos en Arles, sur de Francia, orilla derecha del Ródano, una ciudad que fundó el propio César y es al parecer el único busto conocido de César vivo, aparte de la máscara mortuoria de Turín, realizada inmediatamente antes o inmediatamente después de su muerte, no se sabe aún.

Los arqueólogos encontraron sumergidos un centenar de objetos, entre ellos un capitel corintio en mármol, varias columnas y estatuas, entre ellas una de Neptuno del siglo III después de Cristo. Todos ellos se expondrán en septiembre de 2009 en el museo de Arles.
"Todos esos objetos tienen una historia diferente. El busto de César es el más antiguo. Data de la época republicana de Roma y prueba que en Arles había referencias al creador de la ciudad", contó Luc Long, jefe de las excavaciones.


El busto tiene la nariz rota y data presumiblemente de entre el año 49 y el 46 antes de Cristo, cuando César fundó la colonia romana de Arles para agradecer a esta ciudad celta-ligur su ayuda en la conquista de Marsella, permitiéndole construir doce barcos de guerra en sus astilleros.

El Lupercale

Author: Juan Nadie /

Bóveda del Lupercale

Todas las culturas a través de la Historia han tenido sus mitos y leyendas, con las que se han identificado y que han formado parte de sus señas de identidad.

Uno de los mitos más queridos por los antiguos romanos durante toda su trayectoria (Monarquía, República e Imperio) es el de Rómulo y Remo y la loba que los amamantó.

Todos conocemos la versión clásica y oficial de la leyenda de Rómulo y Remo. El dios Marte se enamoró de Rea Silvia, dejándola embarazada de gemelos. Su tío ordenó arrojar a los bebés al río, pero los soldados los rescataron y los dejaron en una cesta en el Tíber (similitudes con la historia de Moisés niño, ¿verdad?). Luego los encontró una loba ("lupa") y los amamantó, gracias a lo cual pudieron sobrevivir. Naturalmente, la Historia es menos romántica, pero los romanos creían firmemente en ello.

Otra versión del mito es que en realidad los encontró una prostituta, el otro significado de lupa en latín. ¿Y por qué se llamaba lupa a la prostitua romana? Bueno, parece ser que para llamar a los clientes, aullaban. De ahí deriva "lupanar".

Desde los orígenes de la ciudad de Roma (la de las siete colinas) se identificaba una gruta del Palatino, la colina situada sobre el Foro, como el lugar donde la loba amamantó a los gemelos que dieron origen y nombre a la ciudad.

Esta gruta era el famoso Lupercale, centro de culto pagano hasta el siglo V.

Bien. Parece ser que los arqueólogos han encontrado recientemente dicha gruta; al menos eso creen por las referencias literarias e históricas y por la ubicación, a 16 metros de profundidad, junto a la casa de Augusto, incluso dentro de ella, cosa que encaja con la bien conocida manía del primer emperador de emular a Rómulo. Es muy posible que fuese el propio Augusto quien convirtiese la gruta en monumento, dotándole de una hermosa bóveda decorada con mármol, mosaicos y conchas, con un águila blanca en la cúpula.

La cavidad tiene 6,56 metros de diámetro, 7,13 de alto y está llena de tierra. Aunque nadie ha entrado aún en ella, se ha podido fotografiar gracias a una cámara con control remoto introducida en dicha cavidad. Se sabe que en el siglo XVI se encontró un lugar de estas características, pero se volvió a enterrar.

El mito del Lupercale es ancestral. Viene de la adoración a Luperco, una deidad mitad lobo y mitad cabra. Las fiestas de Lupercalia, en febrero, eran una juerga muy romana, una especie de carnavales a lo bestia que se celebraron durante siglos, hasta que el papa Gelasio I logró abolirlas en 496.

O tempora, o mores.